domingo, 7 de agosto de 2011

La Motivación en la Competición debe tener en cuenta dos circunstancias exclusivas. Primero, el deportista está sometido al estrés de todas las situaciones del juego; y segundo, el deportista debe rendir al máximo de sus posibilidades llegando incluso al sobreesfuerzo. En la competición, tanto la Motivación Básica (para los resultados deportivos) como la Motivación Cotidiana (por la competición en sí), deben ser altas, llegando a un grado que facilite el Nivel Optimo de Activación. Todo ello contribuirá a que el deportista durante el desarrollo de partido, competición o prueba deportiva, consiga:

1.Una mejor concentración.

2.Perseverar en el esfuerzo durante todo el desarrollo del partido, competición o prueba.

3.Mayor probabilidad de superar momentos o circunstancias adversas durante el desarrollo del partido, competición o prueba.

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